El 12 de agosto de 1911 nació en Ciudad de México Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, polífacético artista que alcanzó celebridad mundial al interpretar el personaje de su creación “Cantinflas”. Mario Moreno incursionó en el arte circense, el toreo bufo, el canto humorístico y, especialmente en el cine, estableciendo con su representación central una corriente dentro del cine latinoamericano que luego tuvo imitadores, tanto en su propio país como en otros y que luego se habría de proyectar en radio y televisión con gran simpatía de los públicos, por el uso de un discurso en el que las palabras muestran ideas entrecruzadas o inconexas, dichas de tal modo que convocaba la atención del contertulio, quien se creía estar delante de un pensador coherente y original.
Quién es el «peladito»
Desarraigado social dentro de la plebe, marginado en una ciudad que ofrece opulencia a través de las vitrinas de sus almacenes y quien, al modo de un discípulo de Charlot -la genial creación de Charles Chaplin-, se adentra en el sentimiento del público latinoamericano con herencia colonial hispánica, y que de otra parte guarda reminiscencias del Lazarillo de Tormes, antihéroe, vagabundo y aprovechador de ocasiones, incapaz de permanecer en un empleo y sobreviviendo con la pequeña artimaña en un mundo donde el triunfo exige destrezas profesionales para asegurar apellido y privilegios. A diferencia de Charlot, Cantinflas es un “peladito” de gorra y larga tira como atuendo sobre una franela, que desenvuelve su buen humor y hace pasajero el trance de quien le apostrofa, el dueño de la mansión donde aquel obtiene su mendrugo diario.
Epóca de oro
Del mismo modo que la Argentina de los años 20 y primera parte de los 30 del siglo XX copó las pantallas suramericanas con los tangos y guitarristas que acompañaron a Carlos Gardel, Ignacio Corsini y Hugo del Carril, el México que tras la Revolución Mexicana se abre a la formación de su identidad nacional congrega en torno a su cine empresarios dispuestos a invertir, guionistas y un elenco de actrices y actores que durante las siguientes cuatro décadas impondrán su sello en el continente. En medio de María Félix, Jorge Negrete y Pedro Infante, que se movían entre el drama y la comedia, se abre paso Mario Moreno, a partir de la mas pura e insuperable de sus películas: Ahí está el detalle.
Ahí está el detalle
¿Cuál es la causa del éxito en pantalla del “peladito”, paladín de quienes en la sociedad occidental quedan derrotados y recluidos dentro de sus estratos bajos? De modo principal la maestría en el manejo del humor por quien hace de su desolada condición motivo para reírse de sí, y provocar en los otros la risa, por su logomaquia o juego de vocablos y giro de manos con gracejo. Se dice que Mario Moreno se inspiró en el comediante azteca Manuel Medel, quien hacía de “peladito” al tiempo que don Mario se iniciaba en el circo y las tablas. La comedia de enredos Ahí esta el detalle, que lo proyectó a nivel continental, muestra al personaje central “Cantinflas” yendo de acá para allá con su destreza de mañas inocentes para obtener comida y un rincón dónde pasar la noche, incapaz de hacer daño a otros, y quien se ve envuelto en circunstancias que por poco le condenan a muerte, y de la cual escapa por puro azar de su inocencia.
¿Antihéroe?
Al tiempo que se inicia la fama de Cantinflas, a mediados de los años 30, Samuel Ramos hace publicar su libro Perfil del hombre y la cultura en México, iniciando una reflexión que proseguirá Octavio Paz con El laberinto de la soledad, y Carlos Monsivais en numerosos textos sobre la sociedad y cultura mexicanas. Ramos escribe “…los mexicanos sufrimos complejo de inferioridad y el peladito es muestra de ello”.
Fuente: Correo del Orinoco.
Foto: Correo del Orinoco.
